jueves, marzo 11, 2004

Y la mañana me ganó.

El día empezaba medio nublado, se levantó como todas las mañanas sin ganas pero con obli-gaciones. El desayuno esperando y la vida avanzando. En ese momento encendió la televisión haber que pasaba en el mundo. Ella deseaba que el fin de las elecciones llegarán para dejar de ver a esas personas que solo prometen y nunca llegan a cumplir. Pero se sorprendió no esta-ban hablando de lo de siempre, había pasado algo, mejor dicho lo peor: atentados en Madrid y muertos sin explicación…
La vida se había parado en aquel momento y ella mecánicamente volvió a la cama y sintió: “La mañana me ganó”.