jueves, diciembre 18, 2003

el oasis catalán

siempre se ha hablado de que en Catalunya la política era algo distinto, más pausado, más señorial, que no había esos insultos o esos desprecios a los que nos tenían acostumbrados en otros parlamentos. Ahora la derecha ha abandonado el poder, y casualmente en ese supuesto oasis las aguas empiezan a desprender un hedor nada agradable. Por un lado CiU (la derecha catalana, que solamente se diferencia del PP en las maneras, la concepción del estado y en que no tienen un pasado franquista, pero que en el fondo tienen las mismas ideas) repite hasta la saciedad que ellos han ganado las elecciones, que han sido traicionados, que el nuevo gobierno es débil... (¿alguien les podría recordar que tanto en las últimas elecciones como en las anteriores NO fueron la lista más votada?), por otro lado la derecha española (más rancia, más casposa, más ultranacionalista, más facha) ha lanzado a sus perros de presa, antes incluso de que Maragall asumiera la presidencia (¿dónde están los 100 días de cortesía esos?, para mí que los debo haber soñado)... ¿tenemos que soportar que una gente que no pinta NADA en Catalunya (recordemos que son la cuarta fuerza) nos quiera explicar como tenemos que hacer las cosas? Por unos cuantos votos los del PP serían capaces de vender a TU madre, por unos cuantos miserables votos (que luego no consiguieron) han provocado la actual situación de crispación en Euskadi y ahora van a intentar hacer lo mismo en Catalunya, esparciendo mentiras, esperando engañar a la gente que no está informada (hasta ahora las declaraciones de Aznar, Zaplana y Rajoy solamente indican que no tienen ni idea del programa de gobierno del tripartito). Y ahora se ha sumado el "admirable" político Manuel Fraga, con unas declaraciones que no tienen desperdicio, dando vivas a la constitución (constitución contra la que estaban tanto él como su partido en el momento de su gestación) y recordándole a Maragall que el ejercito está aquí para salvaguardar la constitución y la unidad de España (supongo que habrá recordado momentos ya lejanos, aquellos de "antes roja que rota").
Perdonar si creeis que hago demagogia, no es esa mi intención, pero si siguiese mordiéndome la lengua se me iba a llenar la boca de sangre